LA RED METROPOLITANA DE PARTICIPACION CIUDADANA sigue buscando sensibilizar a las personas para que cuiden su salud cardiovascular en esta jornada por el Día Mundial del Corazón a celebrarse el 29 de septiembre, proclamado por la Organización Panamericana de la Salud desde el año 2000. 

Hoy nos centraremos en el cuidado de la salud cardiovascular de la mujer, qué papel juega el sexo como factor de riesgo no modificable, y cómo influye en constructo género.  

¿Qué debemos saber?: 

El sexo:  Los hombres enferman más del corazón, pero después de los 50 años aumenta rápidamente el riesgo en las mujeres porque se produce una declinación de los estrógenos en el periodo menopaúsico que aumenta el riesgo de ECV y otras asociadas con regulación autonómica, hipertensión, diabetes, remodelación vascular y cardiaca

 El género: la perspectiva de género se ha incluido en el análisis causal de los padecimientos cardiovasculares. Incluye no solo lo que somos, sino lo que hacemos y pensamos por una identidad de género que no siempre coincide con el sexo asignado (referido a roles, derechos, deberes, acceso, el uso y el control sobre los recursos, los problemas, las necesidades y las oportunidades de cada sexo).

Los factores de riesgo (FR) de la enfermedad cardíaca en las mujeres son: 

  • Diabetes Mellitus. Las mujeres con diabetes son más propensas a presentar enfermedades cardíacas que los hombres con diabetes. Existe un mayor riesgo de sufrir un ataque cardíaco silencioso, sin síntomas.
  • Estrés emocional y depresión. Son emociones negativas vinculadas a ECV, son más prevalente en mujeres se vinculan a estereotipos de género.
  • Fumar: es un FR mayor para ECV, en las mujeres las consecuencias de este tóxico son más devastadoras.  La epidemia de consumo de tabaco en   las mujeres va en aumento en algunos países y para ellas.
  • Obesidad/ Inactividad. La falta de actividad física es un FR importante para las enfermedades cardíacas. Se asocia a la obesidad y esta a su vez se vincula al proceso del climaterio y a la menopausia, donde los niveles bajos de estrógeno aumentan el riesgo de presentar enfermedades en los vasos sanguíneos más pequeños. Además, están presentes los hábitos alimentarios. Se recomienda practicar una dieta cardiosaludable (frutos secos, pescados, aceite de oliva y grasas saludables. reducir la ingesta calórica sobre todo disminuyendo el consumo de grasas de origen animal).
  • Complicaciones en el embarazo. La presión arterial alta o la diabetes durante el embarazo pueden aumentar el riesgo a largo plazo de la madre para padecer de hipertensión y diabetes y hacerlas más propensas a padecer enfermedades cardíacas.
  • Antecedentes familiares de enfermedades cardíacas tempranas. Este parece ser un factor de riesgo mayor en las mujeres que en los hombres.
  • Enfermedades inflamatorias. La artritis reumatoide, el lupus y otras enfermedades inflamatorias pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas tanto en hombres como en mujeres.

Las mujeres de todas las edades deben prevenir las enfermedades cardíacas. Las menores a 65 años, especialmente aquellas con antecedentes familiares de estos padecimientos, también necesitan prestar mucha atención a los FR que predisponen a padecerlas. Cuidar estilos de vida y las conductas contraproducentes es la herramienta fundamental para la prevención de estos padecimientos. 

Lea detenidamente cuáles son los factores de riesgo que la predisponen a padecer una enfermedad cardiovascular, y analice qué modificaciones puede incluir en su estilo de vida. Cuidarse y cuidar a sus allegados también es una responsabilidad personal.  

  • ES UNA SUGERENCIA DE LA RED METROPOLITANA DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA. DESDE NUESTROS CORAZONES QUEREMOS CUIDAR EL SUYO”